Quedarte por costumbre
- Mari Sh
- 13 oct
- 1 Min. de lectura
Hay relaciones que no se rompen por falta de amor, sino por exceso de costumbre. Por miedo a la soledad. Por no saber cómo sería la vida sin esa persona.
Y eso es lo que más confunde: porque todavía hay cariño, hay historia, hay momentos que siguen doliendo bonito. Pero también hay algo que ya no encaja del todo. Una parte de ti que se siente atrapada entre el “te quiero” y el “no sé si esto me hace bien”.
Te dices que no es el momento de irte. Que todo puede mejorar. Que es solo una mala racha. Y tal vez sea verdad, o tal vez solo te repites eso porque el silencio después del adiós te da más miedo que el desgaste de quedarte.
No se habla mucho de lo difícil que es aceptar que el amor no siempre basta. Que a veces amar no significa quedarse, sino saber reconocer cuando lo que fue refugio empieza a doler.
Porque no es que no lo quieras. Es que ya no sabes si al hacerlo también te estás perdiendo a ti.
Y quizá el verdadero amor también sea saber cuándo soltar.






Comentarios